Las lentes de contacto son una forma muy cómoda de mejorar la vista, sin embargo, requiere de muchos cuidados y mantenimiento, para evitar consecuencias negativas. Una de las infecciones más graves, aunque poco usual, que podría derivar de un mal uso de las lentillas, es la queratitis por Acanthamoeba.
Buenos hábitos para el cuidado de las lentillas
Cuando se trata de utilizar lentillas, es importante seguir buenos hábitos para garantizar una buena salud ocular. Aquí tienes algunos consejos clave:
- Limpieza adecuada: antes de colocar o retirar tus lentillas, asegúrate de lavarte las manos con agua y jabón. Esto evitará la transferencia de gérmenes a tus ojos y minimizará el riesgo de infecciones.
- Sigue las instrucciones de uso: cada tipo de lentilla tiene sus propias instrucciones de uso. Asegúrate de leer y seguir las indicaciones proporcionadas por el fabricante, incluyendo los tiempos de uso recomendados y las pautas de limpieza.
- Utiliza soluciones específicas: para limpiar y desinfectar tus lentillas, es recomendable utilizar soluciones específicas recomendadas por tu óptico-optometrista. Evita el uso de agua del grifo, saliva u otros líquidos no apropiados para su limpieza. Recuerda reemplazar la solución desinfectante según las indicaciones y no reutilizarla.
- No duermas con las lentillas: Dormir con las lentillas puestas aumenta el riesgo de infecciones y molestias oculares. Es importante retirarlas antes de ir a dormir y dejar que tus ojos descansen y se oxigenen adecuadamente.
- Evita el contacto con el agua: Las lentillas no deben entrar en contacto directo con el agua, ya sea de la ducha, piscina o mar. El agua puede contener microorganismos dañinos que pueden adherirse a las lentillas y provocar infecciones.
Productos necesarios para usuarios de lentillas
Además de los buenos hábitos, existen algunos productos que facilitan el uso y cuidado adecuado de las lentillas. Aquí te presentamos algunos de ellos:
- Estuches de lentillas: utiliza un estuche de lentillas limpio y reemplázalo periódicamente, debes darle entre 1 y 3 meses de uso aproximadamente, dependiendo de las instrucciones. Opta por aquellos que estén diseñados para mantener tus lentillas seguras y protegidas. Lávalo con solución desinfectante después de cada uso y déjalo secar al aire. Evita utilizar agua caliente para limpiarlo, ya que puede deformar el estuche.
- Líquidos para lentillas: elige soluciones de limpieza y desinfección que sean compatibles con tus lentillas y cumplan con las normativas sanitarias. Recuerda seguir las instrucciones de uso y almacenamiento proporcionadas por el fabricante.
- Gotas lubricantes: si experimentas sequedad o irritación ocular mientras usas lentillas, puedes considerar el uso de gotas lubricantes recomendadas por tu óptico-optometrista. Estas gotas pueden ayudar a mantener tus ojos hidratados y cómodos durante todo el día.
Lentillas con protección UV
¿Sabías que existen lentillas que protegen tus ojos del sol? Las lentillas con protección UV están diseñadas para bloquear o filtrar una parte de la radiación ultravioleta del sol. Estas lentes están fabricadas con materiales que incorporan aditivos especiales que absorben o reflejan los rayos UV dañinos. La protección UV en las lentillas ayuda a proteger los ojos de los efectos perjudiciales de la radiación UV, como la exposición prolongada al sol puede contribuir al desarrollo de enfermedades oculares, como la catarata y la degeneración macular.
Es recomendable usarlas en diferentes situaciones:
- Exposición solar intensa
- Actividades al aire libre
- Sensibilidad ocular
Sin embargo, es importante destacar que las lentillas con protección UV no protegen completamente los ojos, ya que no cubren toda la superficie ocular y no protegen las áreas adyacentes. Por lo tanto, es recomendable complementar el uso de estas lentillas con gafas de sol que brinden una protección adecuada contra los rayos UV.
Recuerda que una correcta higiene y el uso adecuado de las lentillas son fundamentales para mantener tus ojos sanos y evitar complicaciones. Si tienes alguna duda o preocupación, no dudes en consultar a tu óptico-optometrista.